
LUEGO de estar tomando antibióticos, haciendo nebulizaciones, enyesado, con el ojo lastimado, golpeado, con hemorragia, con una eruptiva y demás padecimientos. . .
Venis a levantar la licencia, a presentar los certificados y volver a la escuela.
El hacinamiento hace un caldo de cultivo de gérmenes que levitan por el aire.
El encierro y la gente amuchada, hace bajar la presión hasta de un hipertenso.
La malasangre de que estás hace 3 horas y todavía no te llamaron hacen subir la presión al que segundos antes le había bajodo la presión por la falta de aire.
El que viene con el pie enyesado, a gatas recibe asiento.
La mujer con el bebe, se pone al lado de la ventana, hay tanta gente tosiendo que debe preferir que se le enfrie el crio a que se le agarre un gérmen por las microgotas de flush expulsadas por un ser circundante (alguien que hizo atchis!).
El pasillo, en donde también hay gente apoyada en donde pueda, es espacio óptimo para recibir empujones, pisotones, golpes, carpetazos, etc.
En medio de un autocontrol quizá tengas la suerte de estallar (y no hervir de ira) y exigir una explicación a tanta demora.
Si después que la señora de los turnos te amenazó con que SI NO SE CALMAN SE DETIENEN LOS LLAMADOS A CONSULTORIO, y te calmaste porque te querés ir de ese lugar lo antes posible.
Si no te estallaste cuando la señora de al lado te empujó y te tiró la carpeta con todo lo de adentro y estuviste buscando cada pertenencia entre los pies de los agentes del gobierno de la ciudad enfermos recuperados... si todavia no te estallaste...
Es que...
seguís esperando, gente que te tose, y que te duelen los pies de estar parado,
y saber que salis y tenés que seguir dando clases hasta tarde y que empezaste el día con
TODA LA ONDA DEL RAWSON.
A QUE SALISTE PEOR DE LO QUE ENTRASTE?